martes, 21 de mayo de 2013

Mesopotamia y el león.


Al León se le considera el "rey" de los animales terrestres (junto al águila como "rey" de las aves); animal simbólico muy conocido, entendido, generalmente, como animal solar o en estrecha relación con la luz; entre otras razones, probablemente por su fuerza, su color dorado y la distribución radial de la melena que rodea su cabeza; la relación con la luz se explica por la peculiaridad que se le atribuye de no cerrar nunca los ojos. Otras propiedades que le convierten en animal simbólico son su valor, fiereza y supuesta sabiduría. Como símbolo de poder y de justicia, se le encuentra a menudo, representado en tronos y palacios reales.

En China y Japón se consideraba al león, al igual que al dragón, como ahuyentador de malos espíritus, razón por la que se le representaba, frecuentemente, como guardián a la entrada de templos.

También los templos egipcios, asirios y babilónicos están, a menudo, custodiados por esculturas de león. En Egipto se encuentran representaciones de dos leones adosados por la espalda, que simbolizan la salida y la puesta del sol, el este y el oeste, el ayer y el mañana. En el culto de Mitra, el león simboliza al sol. En Mesopotamia simboliza el fuego y la culminación del caldeamiento solar en el hemisferio norte. En Egipto símbolo solar y monárquico. El dios hindú Krishna e incluso Buda son comparados con un león.

Por su indomable fuerza, se le relacionaba en la antigüedad con los dioses de la fertilidad y del amor; entre otros, con Cibeles, Dionisios (Baco) y Afrodita (Venus).

La Biblia menciona al león tanto en sentido positivo como negativo: Dios se asemeja al león por su poder y Justicia, los israelitas lo asimilaron con la tribu de Judá "que se recuesta como el león", razón por la que figura en el estandarte del reino que lleva el mismo nombre, el mismo Cristo se llama "el león de Judá"; pero, por otra parte, también se compara al demonio con un león enfurecido. La Edad Media veía también en el león un símbolo de la resurrección de Cristo; entre otras razones, por la referencia a diversos autores que aseguraban que los leones nacen muertos y son despertados a la vida, después de tres días, por el aliento de sus padres. Las representaciones de leones rugientes pueden hacer también referencia a la resurrección de los muertos al día del juicio final. Al aspecto negativo y amenazador del vigoroso león se refieren a representaciones medievales de león devorando seres humanos o animales: generalmente, símbolos de fuerzas o poderes malignos, amenazadores o castigadores.
De modo parecido, la fuerza del león en su aspecto negativo aparece en representaciones o narraciones míticas de luchas o caza de león, en las que se ofrece la imagen del león como representante de fiereza indomable que es vencida por los héroes (Hércules, Sansón). El león alado es atributo y símbolo del evangelista San Marcos.

En heráldica aparece el león, generalmente haciendo referencia a su fuerza, como animal heráldico y manteniendo el escudo de armas. Leo es el quinto signo del Zodíaco. Su elemento es el fuego.


sábado, 11 de mayo de 2013

Mesopotamia y su cultura del agua

 Panel de British Museum en el cual se puede ver como usaban pellejos rellenos de aire a modo de flotador para sortear los ríos.


sábado, 13 de abril de 2013

Evolución lítica

Con el tiempo la industria lítica evolucionó llegando a encontrarse este tipo de constrastes.


martes, 9 de abril de 2013

Arqueología experimental

 La arqueología experimental trata de recuperar las técnicas antiguas. Aquí tenemos un ejemplo de varios procesos que se realizaban durante la Prehistoria.



sábado, 6 de abril de 2013

Dieta de los Australopithecus

Los Australopithecus afarensis, homínidos que vivieron en África hace entre unos 2 y 4 millones de años, se alimentaban preferentemente de frutos ricos en azúcares, pero en las épocas desfavorables no hacían ascos a semillas, raíces, tubérculos o cortezas. Los científicos han llegado a esa conclusión por las marcas que que dejan los vegetales y frutos duros sobre el esmalte de los dientes.

miércoles, 3 de abril de 2013

El cociente de encefalización en la Evolución Humana

El cociente de encefalización calcula el aumento del tamaño del cerebro con respecto al tamaño del cuerpo. Los animales con un alto coeficiente de encefalización son los que tienen los cerebros más grandes respecto a su tamaño corporal, en comparación con el coeficiente promedio del grupo biológico completo. La mayoría de los primates y los delfines tienen altos coeficientes de encefalización respecto a otros mamíferos, aunque algunos primates (especialmente los humanos y los simios) tienen los mayores coeficientes de encefalización.
 
Así por ejemplo es interesante observar que los elefantes tienen un cerebro 5 millones de veces mas grande que el de una abeja y es justamente por su mayor tamaño que las señales cerebrales necesitan mucho más tiempo que en las abejas para recorrer los múltiples circuitos y conexiones internas para llegar a destino, además, tienen mucho más datos que procesar provenientes de los billones de células conque cuenta el cuerpo del elefante y que ese cerebro maneja, por lo que el elefante, con gran cerebro, resulta ser un animal relativamente lento, torpe y de pésimos reflejos. Por el contrario, las abejas, con un pequeñísimo cerebro, son capaces de trasladarse velozmente, tener un código de comunicación social, orientación solar y saben sortear diversos obstáculos sin dificultades como así también, calcular la cantidad de miel a consumir según la distancia a recorrer teniendo en cuenta el camino más eficiente.
 
En el caso de los humanos, este cociente de encefalización no corresponde a la inteligencia final de un humano sino a la capacidad que puede llegar a tener. Un ejemplo muy sencillo está en el mundo del deporte, si uno no entrena ciertas habilidades no podrá llegar a convertirse en un experto. Si no "entrenas" el cerebro no serás inteligente e incluso algunas especies como menos capacidades parecerán más "listas" que tú.
 

martes, 2 de abril de 2013

El pulgar oponible


Gracias a la mano prensil (consecuencia directa del pulgar oponible) hemos sido capaces de manipular primero la piedra y luego los metales. Con esos materiales fuimos capaces de crear herramientas con las que cazar y recolectar. Poco a poco las herramientas fueron siendo más sofisticadas, adquiriendo la capacidad de vivir de la agricultura y la ganadería. Con ello nos establecimos de forma sedentarias, creando pequeños núcleos de población, que a día de hoy se han convertido en las grandes urbes y pequeños pueblos en los que toda la población del planeta vive.


El descubrimiento de Lucy

Lucy es el esqueleto fosilizado casi completo de un homínido perteneciente a la especie Australopithecus afarensis, de 3,2 millones de años de antigüedad,2 descubierto por el estadounidense Donald Johanson el 24 de noviembre de 1974 a 159 km de Adís Abeba, Etiopía.
Se trata del esqueleto de una hembra de alrededor de 1 metro de altura, de aproximadamente 27 kg de peso (en vida), de unos 20 años de edad (las muelas del juicio estaban recién salidas) y que al parecer tuvo hijos, aunque no se sabe cuántos. Dotada de un cráneo minúsculo, comparable al de un chimpancé, Lucy andaba sobre sus miembros posteriores, signo formal de una evolución hacia la hominización. La capacidad bípeda de Lucy puede deducirse de la forma de su pelvis, así como también de la articulación de la rodilla.
Hasta 1977, la comunidad científica no tomó en consideración el hallazgo de Johanson y su equipo del International Afar Research Expedition. La revista Kirtlandia aceptó publicar el descubrimiento del nuevo homínido, al que sus autores asignaron el nombre científico de Australopithecus afarensis.
La datación de una capa de material volcánico en el emplazamiento por el método de potasio-argón, dio una edad inicial de 3 millones de años con un margen de 200 000 años. Sin embargo, el material presentaba ciertas impurezas, haciendo la datación no muy precisa. Mediante la aplicación de otros métodos, incluyendo bioestratigrafía y paleomagnetismo, entre otros, se corrigió la datación a una edad de 3,2 millones de años. En el mismo sitio, un año después, se hallaron restos pertenecientes a un mínimo de seis individuos, dos de ellos de niños de unos cinco años, pero el esqueleto más completo fue el de Lucy, de quien se encontraron un total de 52 huesos. Actualmente los restos de Lucy están guardados en una caja fuerte en Adis Abeba, capital de Etiopía.
El nombre Lucy proviene de la canción «Lucy in the sky with diamonds» del conjunto musical The Beatles, que escuchaban los miembros del grupo investigador la noche posterior al hallazgo.

lunes, 25 de marzo de 2013

Evolución

En la lucha por la supervivencia, el más fuerte gana a expensas de sus rivales debido a que logra adaptarse mejor a su entorno. Charles Darwin